SER MUJER ES EL DOBLE DE CHAMBA: CONSUELO, BODYPIERCER

Texto y fotos: Carolina Jiménez

Consuelo Alonso dirige junto con su esposo Alan Villanueva, Tattooarme Studio, un emprendimiento dedicado al tatuaje y las perforaciones que la llevó a encontrar una de sus pasiones en la vida: los piercings. 

Lo que surgió como una necesidad para brindar este servicio a sus clientes y diversificar su emprendimiento, la ha llevado a tomar talleres para profesionalizarse y hacer de este arte un sustento más  para su familia, además de otorgarle satisfacción personal y profesional. 

Como madre de dos niños de 9 y 12 años, ha tenido que enfrentar desafíos personales combinando la ardua labor de maternar con el trabajo que desempeña en su negocio. Un parteaguas en su vida fue el nacimiento prematuro de su hijo más pequeño. “Mi hijo más chico nace prematuro, se enfermaba muy seguido y yo tenia que irme a trabajar, o sea me costaba mucho trabajo, entonces fue tomar la decisión de tengo que dejar de trabajar para  ser mamá de tiempo completo, que lo disfrute mucho, pero también fue: quiero ser mujer y también quiero trabajar y quiero tener mi dinero, ser mujer es el doble de chamba” comenta. 

Este suceso fue una de las determinantes para que naciera Tattooarme Studio, impregnado desde su origen con una dinámica familiar. “Mis hijos crecieron en el estudio y afortunadamente logramos tener este equilibrio entre lo familiar y empatizar también con nuestras clientas que tienen hijos y que muchas veces no tenían donde dejarlos para acudir a su cita, pues hubo ocasiones en que mientras se estaban tatuando o perforando también les cuidábamos a los hijos…esta misma perspectiva sirvió para cambiar la percepción ruda sobre lo que es un estudio de tatuajes” afirma. 

Mantener su emprendimiento no ha sido tarea fácil, la pandemia por Covid-19 fue un reto enorme que lograron sortear y diariamente existen nuevos desafíos, sin embargo ante las adversidades, Consuelo recuerda y agradece “de mi mamá aprendí a no darme por vencida, a salir adelante y resolver, es una mujer fuerte que me ha enseñado a ser fuerte ante los retos de la vida”. 

También le debe a su empatía y amabilidad el otorgar a sus clientas y clientes las confianza para perforarse y regresar continuamente para otro trabajo, “ siempre trató como a mi gustaría ser tratada, explicando el proceso, estando al pendiente de las dudas que tengan,  porque en una perforación sana : 50% depende del buen trabajo que se haga y 50% del cuidado que tenga el cliente para que cicatrice bien”, resalta. 

En constante preparación sobre técnicas, herramientas y procedimientos para desempeñar su labor, Consuelo reconoce que su oficio le ha dado la posibilidad de cambiar estereotipos, empoderamiento y satisfacción.