Oaxaca de Juárez, Oaxaca, a 25 de julio de 2019.- Acompañado de miembros del Cabildo,
expresidentes municipales, servidores públicos, familiares y amigos, el Presidente
Municipal Oswaldo García Jarquín presidió el homenaje y guardia de honor en memoria
de la primera mujer que gobernó la ciudad capital, en 2004, la ex Presidenta Municipal
Alicia Beatriz Pesqueira Olea.
“Nuestra querida Alicia demostró con su propia vida el gran valor que las mujeres aportan
al servicio público, su legado de trabajo, justicia y objetividad prevalecerán en el ejemplo
que nos dejó, al nunca anteponer sus deseos por encima de la razón y el amor a sus
raíces”, dijo García Jarquín al referirse a la también madre del regidor de Protección Civil y
Zona Metropolitana, Manuel Esteban de Esesarte Pesqueira.
El munícipe citadino agregó que en el municipio de Oaxaca de Juárez ha quedado grabado
su paso, pues al ser la primera Presidenta Municipal interina, en el 2004, sentó un
precedente de compromiso y entrega “para quienes como ella hemos decidido servir a la
sociedad”, puntualizó.
Al enviar un fraternal abrazo a la familia de la querida maestra Alicia Beatriz Pesqueira
Olea, mencionó que quienes la conocieron “sabremos siempre seguir tu guía para
continuar abrazando los principios más queridos en favor de las mujeres, el arte, la cultura
y el servicio a los ciudadanos al que entregaste tu incansable labor”.
En el Salón Porfirio Díaz Mori, la Regidora de Salud, Sanidad y Asistencia Social, María de
los Ángeles Gómez Sandoval Hernández, leyó una semblanza acerca de la vida y obra de
quien fuera madre de seis hijos y un museo y la primera mujer Presidenta Municipal
interina.
“Alicia es parte de la vida de esta ciudad capital, quien fue su alumno recibió de ella una
lección frente a una vitrina de la sala rosa o azul que pintó Tamayo; su legado permanece
y debe seguir irradiando a las generaciones venideras”, dijo la concejal capitalina.
Por último, las y los asistentes guardaron un minuto de silencio para honrar la memoria de
la insigne ciudadana para posteriormente despedir entre aplausos a una mujer que amó
incansablemente a la ciudad de Oaxaca de Juárez.